En mi tiempo libre me dedico a escribir y paso por mi cabeza subir a internet mis cuentos espero que les gusten y dejen su comentario, saludos.

viernes, 22 de mayo de 2009

¿quién no recuerda el mar?

Los secretos del mar

Que se puede pedir a la vida con un futuro incierto que se avecina, si las pequeñas palabras, esas miradas y aquellas caras programadas que hacemos para no explicar lo que sentimos nos convertimos en las verdaderas máquinas donde disimulamos para no preocupar a nadie. Nos convertimos en los mas mentirosos hasta con nosotros mismos, si todo fuera como el cuento de hadas donde el sueño eterno deja a de existir por el beso del amor verdadero, pero nos olvidamos que no somos ni reyes ni princesas, ¿Cómo podemos inventar un príncipe si no existe? Y pensamos en el encantamiento de un beso. Si el sueño lo hacemos nosotros mismos. Un mundo dormido o invisible a lo que podemos observar, triste música que acompaña mi vida esas olas al terminar y al enfrentarse con las rocas, arena y esa brisa que huele a mar. Labios resecos por la sal, ropa humana pero no hay mas belleza de dejar los pensamientos ir. El besar de la sal, el cansancio de los ojos y el llanto que cae entre las mejillas llegando a en un acantilado, producto del agotamiento del día o la partida de los sueños olvidados. Camino que se recorre descansa sintiendo la arena a los pies y esa espuma del mar cuando te acercas a la orilla para que tus pies besen al mar. Si este hablara traería consigo miles de historias o de escrituras que alguna vez se llevo, tan pasivo y tan peligroso a la vez, sus olas son el canto de sus palabras. Todo tiene un simple comienzo.

Las transcurren lentamente, mi hogar da a la bellaza del mar, hasta mi habitación se apodera de esa vista, es un cuadro hecho realidad ni la cortina me gusta tener y esconder aquella belleza, esa música que despierta mis ratos libres la hermosura de cada uno de los días. El ver a la gente caminar, saltar a las olas hacen ese cuadro sea distinto cada momento. Mi familia es como todas, pero cada uno es responsable de su vida de dominar su tiempo y ser responsables, pero que más no hay mucho que decir, solo que mi madre tiene un lindo jardín lleno de flores, plantas que a la vista hacen que la casa sea una de los cuentos. Vivó enamorada de este lugar, de la brisa pero algo siempre me falta una parte de mi que no está, un nudo en el estomago y un agujero en el pecho. Será las palabras escritas al mar que extraño o todo es algo que no es familiar para mí.
Si todo hubiera sido como aquellos días, amaba robarle a mi madre alguna rosa, caminar lentamente tomando su aroma hasta llegar a mi lugar donde había un tronco de árbol que daba la mejor visión del mar, posada ahí me discutía entre sentir el aroma de aquella rosa o caminar a la orilla al mar sentir el mundo a los pies, el tiempo acompañaba gris en momentos sol, aquella belleza tan cambiante. Me levante he olvide la rosa en aquel lugar, ausente camine, camine dejando de pensar escuchando el canto, las personas reír y el pasar de unos niños junto a mi que me distraen y chapotean a mi lado, que mejor alegría que aquella. Aunque todo tenía que ser distinto, porque cuando me disponía a caminar ya alguien se apodero de mi lugar y mas de mi rosa, si manera de acariciarla tan tiernamente tocando su textura como leyendo la rosa, con unos lentes oscuros que cubría sus ojos, que extraño joven. Era como si su mundo solo fuera el y mi rosa; no quise caminar hacia ese lugar me dirigí a las rocas húmedas, lo observaba cada detalle cada movimiento, el amaba como yo estar en ese lugar, aunque como nunca lo había visto o estaba ciega del mundo, cuando se levanto en su bolsillo puse la rosa me dio la espalda y muy rápido camino. Me dispuse a seguirlo pero llegue al tronco del árbol pero pude ver pequeñas gotas de sangre, que abra sucedido, si ni el mas torpe no se daría cuenta que la rosa tiene espinas, pero. Que extraño.
En la noche salí a la terraza, tome mi mp4 y me senté en uno de los bordes que daban a la brisa del mar, junto a mi la belleza de las flores de mi madre esa luna y el aire marino que hacia mover mi pelo suelto. La noche fría se apodero de mis terminaciones nerviosas, el reloj ya daba las 4am, tanto tiempo pensé en aquel joven que mi historia nunca conoció, creo que fue la escritura de una nueva escena donde un personaje atraía la vista del protagonista, era mi cuento. Tome de mi habitación mi saco, y me dormí en la terraza necesitaba mirar las estrellas el pensar que allá abajo un romeo correría a mis palabras escritas una vez al mar, el sueño se apodero de mi. Que a la mañana solo sentía el hielo de la neblina en mi rostro, creo que fue mala idea el quedarse ahí sin ver el tiempo, mi voz estaba apenas, tome una pastilla para el resfriado e hice todo como naturalidad de mi, estando en la mesa cambie mi aspecto de entender lo que hablaban pero cuando me tocaba a mi era un “si bueno”, no tenia muchas ganas de entablar una gran historia mas que casi todo era siempre igual se desayunaba se charlaba, lo mismo ocurría en todas las comidas. Mis caras ya no eran iguales era como que todos estaban en el mundo equivocado que me gustaría volver a renacer, pero como renacer si no somos esas aves de los cuentos. Como siempre me dispuse a ir a mi lugar favorito esta vez tome prestada una cala pobre jardín siempre una planta menos, pero es tan genial sentir la delicadeza de cada especie su aroma. Aunque su color blanco era lo que me fascinaba, cuando llegue a mi lugar favorito puede volver a verlo aquel joven de pie tocando cada una de las texturas de ese tronco, pero pudo percatarse de mi, no se como lo hizo que no se movió y solo dijo “espera”. Se movió lentamente a mi, media como 1.85 estaba a pies descalzo, no tuve miedo sentía que el solo quería hablar aun lucia sus anteojos negros que no me dejaban mirar sus ojos, pero que importaba llego a mis manos pude sentir en sus palmas uno que otra costra pero me quitó de mis manos la cala la acaricio como un bebé conociendo algo y luego la llevo a su nariz. Me quede perpleja como un hombre eran tan distinto, sintiendo cada una de las texturas recorriendo lentamente como si ellas digieran palabra algunas. Luego volvió a hablar “hueles a mar” yo solo reí diciendo es mi vida, mi compañía y el amor que me guarda los secretos. El no se movió, solo me tomo una de mis manos dejando en ella la cala, y solo dijo “hermosa no crees”, luego se dirigió a tronco y se dispuso a escuchar el mar. No sabia si moverme o irme o simplemente esfumarme de ese lugar solo que aquel joven me había avergonzado por completo pero como era posible sentir como si mi pecho saliera y mi estomago se moviera. Me dispuse a caminar entre las rocas pero sentía como si el me mirará pero tenia la vista en otro lado mejor dicho sus lentes, no entendía como habiendo un día feo horrible nublado el seguía con sus anteojos oscuros. Saltando entre las piedras húmedas cometí un pequeño error me resbale cayéndome justo a una parte del mar no tan profunda pero donde chocaban las olas con toda intensidad sentía como mis costillas se presionaban a la piedra, por primera vez sentí que todo lo que viví hasta ese instante era nada, mi miedo congelo mis extremidades y los golpes me dañaban cada vez la piel, cuando ya mi cuerpo estaba ya al mas no poder me deje ir como deje ir la cala con la caída sentí como el mar se apoderaba de mi alma, ya no eran de mis pensamientos ya no era nada mas que mi vida, cuando una mano toco la mía, soñaba solo en los cuentos existían los rescates pero era el ya no con sus gafas pero con sus ojos bien cerrados creo que era para evitar la sal del mar, escuche como se quejo cuando una piedra golpeo su espalda y su rostro pero no se detuvo hasta sacarme de ese lugar, salimos por una orilla este me dejo a un lado y camino hasta que se aplomo, no tenia ganas de levantarme me sentía indefensa como un gato en el agua. Pero necesitaba saber que había ocurrido con él, pero los golpes no dejaban moverme, tumbada en el suelo sin fuerzas las cuales las necesitaba para ver a mi salvavidas, el tiempo transcurría solo sentía la brisa del mar en mis mejillas mi garganta estaba áspera por haber tragado agua y mi cuerpo estaba completamente lleno de dolor. Tenía fuerzas para levantarme me dirigí a pocos metros de aquel joven que me dijo “despertaste mi bella durmiente” su rostro era relajado aunque una de sus manos estaba muy apegada al pecho, con su otra mano recorrió mi pelo húmedo luego con mis pómulos, mis ojos terminando en mis labios suavizándolos suavemente, mi rostro se acentuó hacia el mis labios solo buscaron sus labios y cuando me percate mis labios se amoldaban a los del él, entreabierto el continuaba con el movimiento de los míos, nunca mis labios sintieron un beso y no como aquel, mi corazón se acelero, pero no hubo razón alguna de terminar aquel beso sentía como sus labios sabor a sal y como una de sus manos conocía una de mis espalda. El beso terminó cuando este me quitó con su mano el rostro y al abrir mis ojos me percate que este pedía sus anteojos negros, que iba a saber yo donde los había dejado si, no tenia mas cabeza que pensar que el amor que me tenía el mar era devorarme y llevarme con el.
Aquel joven se había enfrentado a el porque no quería dejarme ir que logro ver en mi cuando se dispuso a rescatarme, pero era verdad, este joven algo estaba escondiendo cuando me percate que en su bolsillo estaban sus anteojos los saque y se los pase, notando que algo sangraba en su rostro, tenia un pequeño corte en su frente de manera bruta tome un pañuelo que traiga conmigo y lo puse aunque no servia de mucha ayuda ya que estaba un poco empapado, cuando me percate de sus ojos, me di cuenta de que el su mirada estaba en otros dominios que me corrí de él, ¿Cómo pude besar a alguien así?, para la razón pero para mi corazón el supo conocerme y mas salvarme.
Un Príncipe de cuentos no puede ser perfecto, ni el beso mágico haría que el cuento de has fuera mas feliz, pero para mi lo era todo y mucho más. Se levanto lentamente, no puede entender como en ese instante yo ya estaba a su lado en sus brazos este recorría cada uno de mis cuerpo con sus manos como no olvidar detalles de mi y otra vez sus labios se unieron con los míos este beso fue mas intenso que el primero se sentía una pequeña gota de pena y de no olvidar, luego se despego de mi y camino rápidamente, pero se volvió a desplomar cuando corrí a verlo, ya no tenia rasgos de vida al tocar su pecho me percate que una piedra había roto su espalda como es cuchillo se coló por su piel. No sabia que hacer, corrí en búsqueda de ayuda pero ya nadie sabia de aquel joven, era como si jamás hubiera existido. Pero el mar no puede callar, se que no puede haber estado mojada por otra cosa, me senté y me quede dormida, al despertar estaba en la terraza dormida en el saco mojada por la neblina y adolorida porque caí del sillón, eso me pude percatar porque estaba en el suelo, era como si el día se repitiera…

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