En mi tiempo libre me dedico a escribir y paso por mi cabeza subir a internet mis cuentos espero que les gusten y dejen su comentario, saludos.

viernes, 22 de mayo de 2009

Mi primer escrito cursaba tercero medio

La oscuridad

En aquellas tardes cuando creemos que ya el día ha terminado. Cuando todo creemos que ha concluido, nos damos cuenta que todo a comenzado y nos hundimos en una inmensa soledad.Estoy en un salón oscuro donde los rayos de luz son escasos y donde tus ojos no me pueden penetrar. Se puede decir que se parece a un manicomio.Siempre me encuentro encerrada en el mismo lugar y tengo miedo de ir donde tus ojos me puedan mirar. Vivo del recuerdo y de aquella carta que me escribiste. Dirán porque me encuentro así.Todo comenzó aquel día, cuando te vi sentado en aquel lugar. Te busqué con la mirada y tus ojos tocaron la mía en ese momento entendí que había algo entre nosotros. Algo que nos diferenciaba de los demás, estaba llena de dudas, temores. No entendía por qué te buscaba siempre, pero sé que siempre estabas ahí, no habían palabras solo miradas; miradas que podían decirlo todo.En momentos críticos tú estabas ahí, iluminado el camino que debería tomar para salir de esa soledad que llevaba conmigo. No entendía por qué eras tan diferente, siempre me ayudaste no fue con palabras no susurros, sino con tu mirada, aquella que a veces me desnudaba el alma, creo que entendías lo que me pasaba. Aunque nunca compartimos lo que se llama amistad.En aquella tarde, cuando estábamos solos, tú sentado en el mismo lugar de siempre y yo observándote y entendiendo lo que tu observabas, me di cuenta que algo extraño sucedía en ti, estabas triste y tus ojos no brillaban como antes.Comprendí que debía mirarte como tú me mirabas a mí, pero tuve miedo al no saber que hacer.Entonces me fui de ese lugar, escape. Y me di cuenta que me seguías, me detuve y te detuviste, me miraste y me abrazaste con tus brazos fuertes y no me soltaste, no entendía lo que sucedía no había palabras solo suspiros, en ese instante por primera vez hablaste y me dijiste lo bello que eran mis ojos al igual que mi forma de mirar. Sentí vergüenza y a la vez tú también la sentiste. En esos momentos me dijiste te quiero, te amo, pero no sabía que pensar. Estaba confundida y en ese instante sentí que tus labios se unieron con los míos. Aquel tierno beso, pero en aquel momento escape de tu lado y nuevamente me volviste a seguir; sentí que mi vida había cambiado que ya no estaba en aquella oscuridad, eras el sol y no había nada que lo pudiera apagar, los minutos que pase a tu lado se convirtieron en horas, no quería que ese día terminará. Y llegó el momento de despedirnos, pero había algo que me impedía que nos alejáramos, tus ojos seguían tristes; como cualquier despedida nos tuvimos que separar.En ese instante no comprendí lo que tus ojos quisieron decir.A la mañana siguiente, nos vimos y no hubo palabras, pero había algo en tu rostro que me decía que algo malo estaba pasando. Entonces me acerque a ti, te miré a los ojos y me dijiste que te marchabas, no me diste ninguna respuesta a mis preguntas, estabas triste, tus ojos lloraron al igual que los míos, sólo traté de abrazarte para no dejarte ir, te pregunte una infinidades de cosas pero no tuve respuesta, pero nuevamente sentí que tus tiernos y temblorosos labios junto a los míos, aquel beso fue de despedida, ya que jamás volví a saber de ti y nunca vi una mirada como la tuya.Mi vida volvió a oscurecerse aquel día que te despediste y te fuiste de mi lado, recordé aquel lugar donde te encontrabas siempre y observabas algo detenidamente que yo no entendía, solo recuerdo que cuando te necesitaba siempre te buscaba ahí, entonces me dirigí a ese lugar y vi un árbol que apenas le llegaba los rayos del sol ni la luz y junto a el había un papel, inmediatamente fui a verlo y descubrí que era para mi, decía: "a veces hay sentimientos que ocultamos en nuestros corazones; pero nuestros ojos muestran aquellos sentimientos que oculta nuestra alma. Te amo en tus momentos de crisis y tus esperanzas; amo lo que seas y lo que puedas; amo tu alegría y tus tristezas y amo lo que amas yo te amo. Creo que sentías lo mismo por mí ya que tus ojos lo decía, disculpa por no haberte dicho que me iba, pero tuve demasiado miedo; espero que nunca te olvides de mi, ya que entre mas oscuros estemos siempre abran rayos de luz o unos ojos que nos pueden penetrar adiós".Mire el árbol y me di cuenta que se parecía mucho a mí, pero al parecer tu también te sentías como aquel árbol.En aquel momento me aleje del mundo ya que estaba viviendo en soledad entre la gente, te extrañaba demasiado, los recuerdos me atormentaba, estaba viviendo en un gran vacío, me miro en el espejo estoy triste, no soy la misma, mi mundo esta paralizado desde el momento que te fuiste te necesito y no sé que hacer estoy llorando lo que nunca pense que iba a llorar. Pronto te vi, tarde te conocí mi único amor nacido de mi miedo, pienso todo el día en ti y vivo de aquel vago recuerdo. Ya no como, mis padres están preocupados pero no entienden lo que me pasa.Esta que un día me piden que los acompañe a un lugar, no entendía a donde, me dejaron con una persona que apenas conocía y que me preguntaba muchas cosas y cuando yo le respondía me miraba de manera muy rara. De pronto llama a mis padres y les dice que me tendré que quedar en aquel lugar.Me llevaron a una habitación, diciéndome que este era mi nuevo hogar por unos días, no me explicaron por que motivos me quedaba ahí. Mis padres se marcharon, no les importe, en esos instantes mire a la ventana y vi un joven que estaba mirando un árbol. Pero al ver nuevamente ya no estaba, me sentía confundida. Las personas que estaban a mí alrededor me trataban de una manera muy rara. Me encerré en mi habitación, tenia miedo comenzó a llegar una inmensa soledad acompañada de la tristeza, nunca comprendí por qué motivos estaba así. Solo sé que estoy encerrada en una habitación con una cama, una lámpara que apenas ocupo, una carta, una mente llenada de recuerdos y la oscuridad. Espero que los días terminen para mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los hombres están invadidos por la arrogancia o la estupidez, y si son afables es muy fácil manejarles porque no tienen un criterio propio.