En mi tiempo libre me dedico a escribir y paso por mi cabeza subir a internet mis cuentos espero que les gusten y dejen su comentario, saludos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ya terminado los días de primavera

Si todo fuera como lo escribimos y lo pensamos, nunca nos percataríamos de aquello que se apodera de cada uno de nosotros. Nada esta escrito, una vida con miles de actores y escenas que a veces deseamos olvidar, como otras recordar, si supieras que de noche cojo aquel peluche que lleva tu nombre, recordando lo que eres para mí, pidiendo a las estrellas que no te escapes de aquel lugar y escribiendo poemas a escondidas. Muchos dirán que estoy enamorada, otras loca o simplemente para otras pasare indiferente. El tic-tac del reloj me marca la hora de partida, el aroma de las flores recorren mi cuarto y el sol entrando por mi ventana me dicen que es hora de levantarme.
Lentamente me levanto tomo la primera ropa que encuentro, miro por entre las cortinas buscando algo pero no veo más que soledad y salgo al balcón y respiro aquel aire me besara y acariciando cada una de las partes que quedan libres de la ropa, cuando solo puedo volver a recordar tu nombre.
Siento la voz de alguien abajo llamándome, es un día de verano no es la estación que me encanta pero bueno viviendo en un país que pasa por 4 estaciones siempre debe haber alguna que se apodere de uno. Mi casa, es un lugar de locos de hecho cada uno tiene su propia vida y sus reglas; aunque las reglas del poder siempre están “mientras estés en mi debajo de mi techo serás responsable”, palabras que nunca se olvidan, en la cocina me esperaba el desayuno ya los días me eran similares siempre haciendo lo mismo, con un amigo que me pasaba a buscar para ir al curso de verano y mi amiga que nos esperaba a la salida. Pero aquel día fue extraño.
Todo iba tan de costumbre hasta que siento el teléfono mi amigo no iría y peor mi amiga menos, así que desganada salí, cerré la puerta y me dirigí lanzando las piedras con mis zapatos, era tan torpe que algunas cayeron lejos de mi alcancé o dañando algo a su paso, y eso fue no podía ser mas torpe que pegarle aquel joven que cogía algunos de sus bolsos a mudarse aquella casa que por un tiempo estuvo vacía, rápidamente corrí sin dirigir la minara solo a lo lejos vi como el joven me miraba, me sentía una torpe como no pude pedir disculpas pero era delgado, con un peinado alocado, con una polera azul y unos ojos pardos que no desentonaban con su belleza. El tiempo trascurrió tan lento pero a la vez tan rápido cuando pensaba en aquel joven, ahora si que tenia una razón para decir que algo que no estaba en mis pensamientos me descolocara. Llego el turno de irme a casa pero esta vez decidí no golpear nada, recordando aquel incidente de la mañana. Salto tras salto para no tocar las franjas del pavimento era un juego divertido hasta que solo a mi se me ocurre cambiar la mirada y encontrarme con esos ojos pardos este solo me sonrió pero cuando quiso decir palabra, otra vez como de costumbre huí del lugar. Subí las escaleras tome mi mp3 y me senté en la sombra del balcón, amaba ese lugar era sentir que volabas y te alejabas de la realidad y la música el perfecto sonido del olvido. Pero, nada era perfecto ahí estaba él posado en el árbol mirando hacia mi balcón su mirada era intensa sentía como si me tocara con ella mis ojos chocolate se comunicaban con los suyos no habían mas que esas palabras, mi alma las deducía pero mi razón solo deseaba correr. Aquellos segundos se volvieron minutos, no sabia porque el estaba ahí ni mucho menos porque razón no lo dejaba de mirar. Escuche la voz de alguien y me apresure a mirar pero cuando volví otra vez a mirar el ya estaba de espaldas caminando. Me sentí como aquella niña en un vitrina admirando la belleza de un juguete. Nada podrá ser tan perfecto como aquello, porque aquello porque la brisa que me besaba ya no era mas esa brisa sino que era la plenitud de aquellos ojos que desnudaban cada parte de mi alma, era lo que sentía yo. Capaz que para él solo fuera el juguete o la amistad de una nueva vecina.

Los días transcurrieron, sin darme cuenta que también estaba en mi clase de verano, pero no lucia como aquel momento que lo había visto será porque mi razón lo hizo olvidar, odiaba que todos dijeran “el nuevo” para mi era uno mas de todos. Hasta que se acerco a mi me dirigió la palabra por primera vez, como olvidarla fue un simple “hola, soy Juan” y comenzaron las preguntas y respuestas, a lo largo de un buen tiempo nos hicimos grandes amigos. Aquel joven que me había deslumbrado simplemente era un amigo, al fin me confesó que una niña le gustaba para mi no era motivos de celos, pero le dije que hiciera lo que quisiera, aunque en mi interior corría sangre por las venas y algo me invadía. Prefería que nada fuera como se pinta pero realmente estaba celosa, pensaba que era un tonto que nunca veía nada de lo que quería ver y yo solo buscaba algo de verano que me llevara más allá de un beso del aire.
Gran parte del tiempo la pasábamos juntos, el que era creo que el ser solo vecinos. Si los cursos de verano, solo eran un curso de verano. Nunca le pregunte de donde provenía su lenguaje era un poco distinto al mío, o era mas de una persona culta.
El tiempo paso tic-tac, todos los días se volvían distintos y a la vez iguales, mi razón me ataba y el cada vez más contento de pensar en aquella chica. Y lo que era yo cuando el día terminaba mi balcón me esperaba, la noche llena de estrellas y esa brisa de aquel verano que ya estaba terminando. Ya pronto comenzarían las clases, aun así; solo me llamaba la atención de aquel primer día. No se porque razón nos enojamos lo trate de torpe, hasta inútil, estupido compañero de clases. Pero que me molestaba realmente que el no fuera quien pensaba que fuera, que el maravilloso mundo del amor que pensé me lo esfumó. Los días cambiaron se volvieron en grises, pero no para mi el sol ya era escaso y el curso ya estaba en su terminó. Mi nuevo compañero apenas me miraba y yo tampoco quería pedir culpas o preguntas de lo que le había ocurrido, fue distinto ese momento el me miró con ternura, despidiéndose a mi sentir pero no quise mencionar palabra alguna sentía que jamás el se percataría de todo.
A la mañana mis padres me llaman diciéndome que mi joven amigo se marchaba pidiéndole a gritos que me llevaran al aeropuerto, pero miles de salas hasta a mis dos amigos llego para que lo buscaran, mis padres me esperaron en el estacionamiento mientras corrí con mis amigos me comporte como una niña cuando encontré en el lugar que estaba escribí unas pequeñas letras en un papel de “discúlpame, pero no sabía como decirlo, te amo” y lo llevo mi amiga el lo miro desconfiado pero no se levanto me sentí mas tonta mejor dicho estupida, como iba a entregarle un papel y este ni con suerte se levantó, solo miró. Su vuelo estaba retrasado se entero que por 1 hora así que se levanto cuando pensé que llegaría o caminaría así mi, este no lo hizo. En que estaría pensando, y porque era yo la que pensaba en el amor cuando decidí reunirme con mis padres alguien tomo mi mano y me lleva a su pecho con la otra me toma el mentón y de manera dubitativa roza mis labios con los suyos pero lo que el no esperaba era mis respuesta que ambos labios entre abiertos se amoldaron unos a otros mientras mis manos recorrían su espalda.
Ese momento todo se detuvo, se volvió en más que un instante en esas palabras que mis ojos habían hablado por si solos la primera vez, no eran más que cuentos, era esa realidad. Pero la partida debería llegar pero cuando se escucha una voz como se van a separar; los separamos sin soltar nuestros cuerpos, avergonzados, sus padres llamaron y volvimos todos al mismo comienzo y acá estoy con aquel regalo que acaricio cuando no esta, dedicándole cualquier palabra para amar, sabiendo que el me encontró en ese lugar, el balcón que me enseño lo que era soñar…











Los hombres están invadidos por la arrogancia o la estupidez, y si son afables es muy fácil manejarles porque no tienen un criterio propio.