Cuento seis
La perdida de un ser querido puede causar tanto dolor cuando ya no esta presente, nada es igual las horas el tiempo ni mi animo todo se a convertido en una máquina que imita emociones pero que no siente, es como tener una herida en el pecho impide hablar y nos presiona para callar. Como ese silencioso cuchillo que ataca cada vez que puede mis manos con sus suave caricia y un rió de sangre por ella, error o simple síntoma de dolor, completa locura que me impide seguir con lo pensaba futuro incierto es la locura y la pasión ese limite que ya mis padres no lo entienden mucho menos lo entenderán si nunca han estado a mi lado, mi nana reemplazada que se preocupada por mi y Antonio mi fiel mascota dálmata.
Los instantes ya no queda nada ahora son solo días esa mascara que mi vida escondía solo se basto en alegría el despertar cuando crees que estas muerta sentir que ese dolor ya no esta contigo pero que hay alguien mas a nuestro lado si Antonio mi mascota con sus orejitas mil veces caídas y esos ojitos entristecido siempre alerta a cada momento de mi, fue preso por esa tortura, recuerdo la risa de mi nana al despertarme, sus gritos cuando no le hacia caso, mi madre cuando necesitaba un consejo un arrumaco, mejor amiga que ya no esta pero me enseño que tras cada pena siempre hay que renacer sin importar lo que tarde solo hay que luchar, su aroma a lirios me cobijaba para descansar. Ya mis manos estaban sanadas el olor a flores, rosas y esa mirada a las calas que se apoderaban de mi vista el cerezo floreciendo, el almendro con su dulzura y el ciruelo con todo su esplendor ya todo era nuevo era mi despertar hasta el olor a lirios que me recordaba que aun me quedaba vida que continuar un camino que debe comenzar y esa muerte dejarla atrás recordando su recuerdo que llena cada espacio de mi vida y con su presencia
a mi lado, ese aroma a lirio que no me abandonado jamás. Pronto tuve conciencia en que día, fecha y ahora me encontraba mi nueva nana me miraba con duda como si estuviera mal, pero sonreía al ver el cambio en mi ya Antonio jugueteaba con un peluche amarillo que se encontró mis cortinas fueron abiertas de par en par y yo me levante con destino a lo que temía el exterior.
Puse la cadena a Antonio este me llevo corriendo por todo el jardín, mucha miras extrañados al escuchar mi risa, mi voz creo que la gente que estaba a mi alrededor cobijaba un poco de pena por mi que al verme volvieron a renacer. Llegue a la pileta donde Antonio se metió y me lanzo agua con sus patas pude escuchar cada vez mas el sonido de los pájaros y esta vez los vi frente a mi, como también ese un lirio entre todas las rosas pero mas al fondo todo cambio una perfecta lluvia de la flores de los árboles el calido beso del viento y el aroma mas intenso a lirios ya las rosas quedaron atrás, tardes enteras me quedaba recostada en aquellas flores que de vez en cuando parecía una de ellas enredadas en mi pelo. De vez en cuando me saltaba las clases con mis profesores particulares para volver a aquel lugar, Antonio ayudaba bastante porque se lazaba a mi rescate cuando no me querían dejar ir, pero para no darles mucha lata tomaba uno de los libros de lecciones y me iba a aquel lugar, era mágico nadie podía decir palabra alguna y yo solo era yo misma mi nana me regalo tanto de su saber que era como si cada una de las cosas las vira como sus ojos, muchas veces cuando era pequeña no salía de mi habitación pero ahora es lo contrario, puede que no conozca el mundo mas allá de las rejas de mi casa el hecho de hacer lo que deseo me vuelve feliz, aunque no esperaba lo que ocurriría días después.
Mis padres se encontraban en casa, creo que ese fue el comenzar ya algunas de las quejas de mis maestras le contaron mi actuar, cuando mire Antonio tenia un bozal en el hocico trate de quitárselo pero mi padre tomo de mi mano cuando lo hizo pudo ver las pequeñas cicatrices en estas, no dudo mas tomo su teléfono saliendo disparado al despacho mi madre tomo a Antonio si decirme palabra alguna, me lo estaban arrebatando de mi lado este ayudaba pedí alguna explicación y me dijo que el estaría mejor en el patio con los demás perros, mis ojos enrojecieron y cuando trate de correr mi madre me tomo y me dijo es lo mejor; en mi mente solo pasaba como puedo llamar madre a estos seres que ni me conocen no saben el daño que me hacen con estas, nunca en estado en mi vida, mi rabia no me dejo pensar. Cuando apareció otra vez mi padre mencionando que llamo a una institutriz la cual no me dejaría descansar era ley dura, estaba arto de soportar cada uno de mis reproches de niña ya eres un adolescente de 17 años; como menciona aquello si con suerte recuerda cuando nací, no quiero culpar a mis padres pero ellos han privilegiado trabajar en el exterior que estar con su hija. A la mañana siguiente quería morir, correr, escaparme no tenia ni Antonio que me guiara el camino y me cubriera y mire mi balcón era el perfecto escape, la caída dolería un poco ya que esta en el segundo piso, pero el pasto puede que amortiguara, no lo pensé, me vestí tome una mochila y cuando ya estaba a punto de soltarme de las barandas alguien dice:”donde cree que va señorita”, me anime salte sin pensarlo mas, la cuida fue suave porque aterrice encima de un montón de hojas, me levante y corrí pero en un momento quite la vista del frente para ver como me gritaba mi nana y choque con un joven que sostenía un libro en sus manos, pedí disculpas y trate de seguir corriendo pero este me tomo de una parte de la mochila con la fuerza que trate de empujar fue la misma que me llevo a su pecho, solo pude escuchar hueles a lirios, cuando apareció mi padre enfadado, me dio una bofetada y me mando a mi cuarto con aquel joven, la rabia me cegó cada uno de mis sentidos por ello no pude escuchar que converso aquel hombre con mi padre. Solo una cosa me ponía contenta mis padres se marcharían hoy y yo me podría librar de esa institutriz cuando quisiera ya que nadie mas que yo misma conocía esta casa, pero estaba preocupada por perro Antonio me lo quitaron.
Ya en mi dormitorio, en la salita de estar de este el joven se presentó dándome así un ataque de risa se llamaba Antonio igual que me perro, creo que no sabia que me ha causado esa risa me explico que recién tenia 23 años y que era uno de lo soldados mas respetados de su zona por su forma de establecer disciplina y su madre era mi institutriz que pronto llegaría. Dos guarda espaldas tendré uno que tratara que no me escape y otra que me enseñara los modales y conocimientos que creen que he perdido.
Los días pasaron como de costumbre extrañaba tanto a Antonio, mi perro, pero aquel joven de ojos azules, de 1.75, tez blanca pelo corto aunque un poco desalineado para ser un militar porque cada vez que pensaba en él mi corazón se aceleraba por completo aunque cuando estábamos juntos en alguna lección el no me miraba era la típica niña mimada aprendiendo sus lecciones, su voz era fría y en momentos pensaba que lo irritaba por sacarlo de su vida normal. De vez en cuando trataba de correr, me escondí un par de veces en los árboles pero me delataban al verme algunos de los empleados, creo que en esos momentos mas lo enfadaba porque me tomaba de la cintura llevándome como su carga en sus hombros, muchas veces trate de soltarme, pataleando tratando de sacarle la camisa, hasta logre sacar su billetera aunque quede helada cuando pude ver una fotografía de una hermosa chica el se percató y me bajo para quitarme su billetera en ese momento nació una idea el hecho de lanzarla y que volaran los papeles evitara que me siguiera, no dude lo hice y escape escuche las palabras espera pero no hice caso alguno tome un camino distinto para llegar a mi lugar secreto primero cuando ya estaba segura me saque los zapatos los deje en dirección opuesta, cruce un pequeño rió me anude el vestido dando mas estilo mas de short, llegue a un sauce el cual me ayudo un poco a escabullirme luego camine con un poco de duda mi ropa no lucia muy bella era como la de una loca, pero me sentía feliz esa adrenalina que ya había olvidado llegue a mi lugar secreto los lirios, la pileta los árboles con sus hojas florecidas que el movimiento del viento que los hacia bailar, ese hermoso llover de hojas. La pileta marcaba mi respiración cada vez que sentía el agua sonar, me recordaba cuando era pequeña toda mi esencia era yo esa flor de bello aroma, juguete de la primavera y vista solo a los ojos del amor ya que todos desean rosas pero los lirios uno sobre un millón de rosas, la plena diferencia. El día comenzó a nublarse y repentinamente la lluvia se hizo presente, era tan maravilloso estar en aquel lugar sentir el beso de la lluvia en el cuerpo correr descalzo, sentir ese mismo placer que tienen las flores y ser ellas mismas; pero pude escuchar a alguien en mis espaldas de estaba riendo, cuando me voltee era aquel joven, me trate de esconder detrás de la pileta ya que mi vestido estaba transparente por el agua, no camino mucho y cuando lo hizo sus mejillas estaban coloradas, no supe que decir como sabia que estaría acá, la lluvia se hizo mas fuerte ninguno decía palabras trate de llegar a uno de los árboles pero no tenia zapatos era imposible escalar me rendí, el avanzaba tan lento hasta que llego a mis manos me cobijo contra su pecho era como si alguna vez lo hubiera hecho, me acaricio las espalda y me llevo contra un árbol, en donde solo pude escuchar su respiración acelerada y sin pensarlo sus labios ya estaban junto a los mí
os, respondiendo cada beso, sentía su aroma su piel mojada junto a mi y esos corazones que no paraban de latir. Cuando reaccione le pregunte quien era, porque el estaba ahí, porque me besaba si el tenia a quien amar, pero solo me respondió en ti encontré lo que no había podido encontrar, lo otro solo es recuerdo, eres el presente la que me saca de quicio rompe mis esquemas que no reconoce una mirada, la que huele a flores que delatan su existencia, eres quien no conoce la vida pero sin dudarlo corres para hacerlo, buscas lo que yo no he encontrado pero sin embargo te he amado desde que te conocí, tus labios me han respondido mis preguntas, cada beso “escapemos”, busquemos a tu mascota conozcamos el mundo que temes encontrar te amo y conmigo nada te faltara… ¿Qué puedo hacer?¿si ni se que es lo que hago?
La perdida de un ser querido puede causar tanto dolor cuando ya no esta presente, nada es igual las horas el tiempo ni mi animo todo se a convertido en una máquina que imita emociones pero que no siente, es como tener una herida en el pecho impide hablar y nos presiona para callar. Como ese silencioso cuchillo que ataca cada vez que puede mis manos con sus suave caricia y un rió de sangre por ella, error o simple síntoma de dolor, completa locura que me impide seguir con lo pensaba futuro incierto es la locura y la pasión ese limite que ya mis padres no lo entienden mucho menos lo entenderán si nunca han estado a mi lado, mi nana reemplazada que se preocupada por mi y Antonio mi fiel mascota dálmata.
Los instantes ya no queda nada ahora son solo días esa mascara que mi vida escondía solo se basto en alegría el despertar cuando crees que estas muerta sentir que ese dolor ya no esta contigo pero que hay alguien mas a nuestro lado si Antonio mi mascota con sus orejitas mil veces caídas y esos ojitos entristecido siempre alerta a cada momento de mi, fue preso por esa tortura, recuerdo la risa de mi nana al despertarme, sus gritos cuando no le hacia caso, mi madre cuando necesitaba un consejo un arrumaco, mejor amiga que ya no esta pero me enseño que tras cada pena siempre hay que renacer sin importar lo que tarde solo hay que luchar, su aroma a lirios me cobijaba para descansar. Ya mis manos estaban sanadas el olor a flores, rosas y esa mirada a las calas que se apoderaban de mi vista el cerezo floreciendo, el almendro con su dulzura y el ciruelo con todo su esplendor ya todo era nuevo era mi despertar hasta el olor a lirios que me recordaba que aun me quedaba vida que continuar un camino que debe comenzar y esa muerte dejarla atrás recordando su recuerdo que llena cada espacio de mi vida y con su presencia
a mi lado, ese aroma a lirio que no me abandonado jamás. Pronto tuve conciencia en que día, fecha y ahora me encontraba mi nueva nana me miraba con duda como si estuviera mal, pero sonreía al ver el cambio en mi ya Antonio jugueteaba con un peluche amarillo que se encontró mis cortinas fueron abiertas de par en par y yo me levante con destino a lo que temía el exterior.Puse la cadena a Antonio este me llevo corriendo por todo el jardín, mucha miras extrañados al escuchar mi risa, mi voz creo que la gente que estaba a mi alrededor cobijaba un poco de pena por mi que al verme volvieron a renacer. Llegue a la pileta donde Antonio se metió y me lanzo agua con sus patas pude escuchar cada vez mas el sonido de los pájaros y esta vez los vi frente a mi, como también ese un lirio entre todas las rosas pero mas al fondo todo cambio una perfecta lluvia de la flores de los árboles el calido beso del viento y el aroma mas intenso a lirios ya las rosas quedaron atrás, tardes enteras me quedaba recostada en aquellas flores que de vez en cuando parecía una de ellas enredadas en mi pelo. De vez en cuando me saltaba las clases con mis profesores particulares para volver a aquel lugar, Antonio ayudaba bastante porque se lazaba a mi rescate cuando no me querían dejar ir, pero para no darles mucha lata tomaba uno de los libros de lecciones y me iba a aquel lugar, era mágico nadie podía decir palabra alguna y yo solo era yo misma mi nana me regalo tanto de su saber que era como si cada una de las cosas las vira como sus ojos, muchas veces cuando era pequeña no salía de mi habitación pero ahora es lo contrario, puede que no conozca el mundo mas allá de las rejas de mi casa el hecho de hacer lo que deseo me vuelve feliz, aunque no esperaba lo que ocurriría días después.
Mis padres se encontraban en casa, creo que ese fue el comenzar ya algunas de las quejas de mis maestras le contaron mi actuar, cuando mire Antonio tenia un bozal en el hocico trate de quitárselo pero mi padre tomo de mi mano cuando lo hizo pudo ver las pequeñas cicatrices en estas, no dudo mas tomo su teléfono saliendo disparado al despacho mi madre tomo a Antonio si decirme palabra alguna, me lo estaban arrebatando de mi lado este ayudaba pedí alguna explicación y me dijo que el estaría mejor en el patio con los demás perros, mis ojos enrojecieron y cuando trate de correr mi madre me tomo y me dijo es lo mejor; en mi mente solo pasaba como puedo llamar madre a estos seres que ni me conocen no saben el daño que me hacen con estas, nunca en estado en mi vida, mi rabia no me dejo pensar. Cuando apareció otra vez mi padre mencionando que llamo a una institutriz la cual no me dejaría descansar era ley dura, estaba arto de soportar cada uno de mis reproches de niña ya eres un adolescente de 17 años; como menciona aquello si con suerte recuerda cuando nací, no quiero culpar a mis padres pero ellos han privilegiado trabajar en el exterior que estar con su hija. A la mañana siguiente quería morir, correr, escaparme no tenia ni Antonio que me guiara el camino y me cubriera y mire mi balcón era el perfecto escape, la caída dolería un poco ya que esta en el segundo piso, pero el pasto puede que amortiguara, no lo pensé, me vestí tome una mochila y cuando ya estaba a punto de soltarme de las barandas alguien dice:”donde cree que va señorita”, me anime salte sin pensarlo mas, la cuida fue suave porque aterrice encima de un montón de hojas, me levante y corrí pero en un momento quite la vista del frente para ver como me gritaba mi nana y choque con un joven que sostenía un libro en sus manos, pedí disculpas y trate de seguir corriendo pero este me tomo de una parte de la mochila con la fuerza que trate de empujar fue la misma que me llevo a su pecho, solo pude escuchar hueles a lirios, cuando apareció mi padre enfadado, me dio una bofetada y me mando a mi cuarto con aquel joven, la rabia me cegó cada uno de mis sentidos por ello no pude escuchar que converso aquel hombre con mi padre. Solo una cosa me ponía contenta mis padres se marcharían hoy y yo me podría librar de esa institutriz cuando quisiera ya que nadie mas que yo misma conocía esta casa, pero estaba preocupada por perro Antonio me lo quitaron.
Ya en mi dormitorio, en la salita de estar de este el joven se presentó dándome así un ataque de risa se llamaba Antonio igual que me perro, creo que no sabia que me ha causado esa risa me explico que recién tenia 23 años y que era uno de lo soldados mas respetados de su zona por su forma de establecer disciplina y su madre era mi institutriz que pronto llegaría. Dos guarda espaldas tendré uno que tratara que no me escape y otra que me enseñara los modales y conocimientos que creen que he perdido.
Los días pasaron como de costumbre extrañaba tanto a Antonio, mi perro, pero aquel joven de ojos azules, de 1.75, tez blanca pelo corto aunque un poco desalineado para ser un militar porque cada vez que pensaba en él mi corazón se aceleraba por completo aunque cuando estábamos juntos en alguna lección el no me miraba era la típica niña mimada aprendiendo sus lecciones, su voz era fría y en momentos pensaba que lo irritaba por sacarlo de su vida normal. De vez en cuando trataba de correr, me escondí un par de veces en los árboles pero me delataban al verme algunos de los empleados, creo que en esos momentos mas lo enfadaba porque me tomaba de la cintura llevándome como su carga en sus hombros, muchas veces trate de soltarme, pataleando tratando de sacarle la camisa, hasta logre sacar su billetera aunque quede helada cuando pude ver una fotografía de una hermosa chica el se percató y me bajo para quitarme su billetera en ese momento nació una idea el hecho de lanzarla y que volaran los papeles evitara que me siguiera, no dude lo hice y escape escuche las palabras espera pero no hice caso alguno tome un camino distinto para llegar a mi lugar secreto primero cuando ya estaba segura me saque los zapatos los deje en dirección opuesta, cruce un pequeño rió me anude el vestido dando mas estilo mas de short, llegue a un sauce el cual me ayudo un poco a escabullirme luego camine con un poco de duda mi ropa no lucia muy bella era como la de una loca, pero me sentía feliz esa adrenalina que ya había olvidado llegue a mi lugar secreto los lirios, la pileta los árboles con sus hojas florecidas que el movimiento del viento que los hacia bailar, ese hermoso llover de hojas. La pileta marcaba mi respiración cada vez que sentía el agua sonar, me recordaba cuando era pequeña toda mi esencia era yo esa flor de bello aroma, juguete de la primavera y vista solo a los ojos del amor ya que todos desean rosas pero los lirios uno sobre un millón de rosas, la plena diferencia. El día comenzó a nublarse y repentinamente la lluvia se hizo presente, era tan maravilloso estar en aquel lugar sentir el beso de la lluvia en el cuerpo correr descalzo, sentir ese mismo placer que tienen las flores y ser ellas mismas; pero pude escuchar a alguien en mis espaldas de estaba riendo, cuando me voltee era aquel joven, me trate de esconder detrás de la pileta ya que mi vestido estaba transparente por el agua, no camino mucho y cuando lo hizo sus mejillas estaban coloradas, no supe que decir como sabia que estaría acá, la lluvia se hizo mas fuerte ninguno decía palabras trate de llegar a uno de los árboles pero no tenia zapatos era imposible escalar me rendí, el avanzaba tan lento hasta que llego a mis manos me cobijo contra su pecho era como si alguna vez lo hubiera hecho, me acaricio las espalda y me llevo contra un árbol, en donde solo pude escuchar su respiración acelerada y sin pensarlo sus labios ya estaban junto a los mí
os, respondiendo cada beso, sentía su aroma su piel mojada junto a mi y esos corazones que no paraban de latir. Cuando reaccione le pregunte quien era, porque el estaba ahí, porque me besaba si el tenia a quien amar, pero solo me respondió en ti encontré lo que no había podido encontrar, lo otro solo es recuerdo, eres el presente la que me saca de quicio rompe mis esquemas que no reconoce una mirada, la que huele a flores que delatan su existencia, eres quien no conoce la vida pero sin dudarlo corres para hacerlo, buscas lo que yo no he encontrado pero sin embargo te he amado desde que te conocí, tus labios me han respondido mis preguntas, cada beso “escapemos”, busquemos a tu mascota conozcamos el mundo que temes encontrar te amo y conmigo nada te faltara… ¿Qué puedo hacer?¿si ni se que es lo que hago?
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